Los comedores y los "cuartos de estar" de las casas, ya no son lugares de conversación, desde que se instaló en ellos la caja de la TV, que dicta lo que hay que saber y cómo hay que saberlo, y de qué hay que hablar y lo que hay que decir. Se dicen cosas vulgares -¿esperando a Godot?- desde un mirar trufado de anuncios y zafiedades. La TV grita, parpadea, despide continuamente imágenes fragmentadas, y, con sus gritos, hace silencio, hace nada.
Esperando nada, estos personajes creían esperar a unos hijos. Escuchan voces, fantasmas de noticias, y sus figuras están inmóviles. ¿Quién vive? "¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde?" "Y no vi nada en que poner los ojos, que no fuera recuerdo de la muerte" (Quevedo)
Nº de páginas: 193
PVP: 11 ¬
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