Tres obras para un mismo actor, Bernhard Minetti, que durante setenta años dominó la escena alemana. Cuando murió en 1998, Claus Peymann director de tantas tragicomedias de Thomas Bernhard declaró apesadumbrado: "El rey del teatro ha muerto".
Son papeles escritos a la medida (desmedida) de Minetti, pero también a la de cualquier otro gran actor que haya doblado los sesenta. El de El reformador del mundo es quizá el más complejo, el de Simplemente complicado el más patético, y el de Las apariencias engañan brinda la oportunidad de mantener un duelo dialéctico con otro actor de la misma talla...
Se trata siempre de viejos misántropos, hipocondríacos y sarcásticos. Bernhard se ríe de ellos y con ellos, se desnuda en ocasiones, da rienda suelta en otras a su compasión y sabe arrancar en el espectador lo que no se sabe bien si es una sonrisa o sólo una mueca.
Nº de páginas: 260
PVP: 17 ¬
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